El etanol, también conocido como alcohol etílico, es un compuesto químico que se caracteriza por ser incoloro y altamente inflamable si es llevado a un punto de ebullición de 78ºC.
El etanol es un antiguo compuesto que siglos atrás era obtenido mediante la fermentación de una disolución de levadura con azúcares que posteriormente era sometido a un proceso de destilación. Se trata de un líquido incoloro, inflamable y de olor fuerte que se emplea principalmente como desinfectante. Si es solucionado en agua, suele ser utilizado como disolvente o para la elaboración de determinadas bebidas alcohólicas.
Teniendo en cuenta las características y composición del etanol, en la actualidad es una sustancia muy utilizada en la fabricación de diferentes productos de higiene, cosmética, belleza e incluso en la industria alimentaria. Además, es altamente valorado en sector como el médico o el farmacológico debido a su alta capacidad de desinfección.
También es utilizado como anticongelante, en aromatizadores, conservas de productos y elaboración de perfumes. Por su alta capacidad como disolvente, también es utilizado en la fabricación de bebidas alcohólicas (junto a otros componentes como saborizantes o colorantes).
Como materia prima, también tiene gran utilidad como disolvente de éteres o pinturas de diferentes tipos.
A pesar de que una de las principales funciones del etanol es la elaboración de bebidas alcohólicas, no es la única. De hecho, cuenta con gran importancia en la industria química al ser una sustancia indispensable en la creación de diferentes productos como el éter dietílico, en la fabricación de explosivos o como disolventes de pinturas o pegamentos.
También es utilizado como antiséptico al combinar cloruro de benzalconio con alcanfor. Además, en ocasiones el etanol también puede ser utilizado como combustible, una opción con la que reducir en un 85% las emisiones de gases de efecto invernadero.
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