Combustibles fósiles

Los combustibles fósiles son una fuente de energía no renovable que se origina por la descomposición de diferentes tipos de materia orgánica. Por lo general, los combustibles fósiles son el petróleo, el carbón y el gas natural. 

Significado de combustibles fósiles

Un combustible fósil es aquel que procede de la biomasa, es decir, de la transformación que sufre la materia orgánica con el paso del tiempo por diferentes procesos de presión y de temperatura. Hoy en día, los principales grupos de combustibles fósiles son el carbón, el petróleo y el gas. 

Tipos de combustibles

Por lo general, en la actualidad se pueden clasificar los combustibles fósiles en:

• Carbón: El carbón es un tipo de combustible fósil que comenzó a originarse hace más de 300 millones de años a consecuencia de restos de vegetación de zonas pantanosas. En la actualidad el carbón es extraído con diferentes métodos, tanto superficiales como subterráneos. La utilización del carbón como método energético provoca emisiones de dióxido de carbono por la quema de este combustible fósil. 
• Petróleo: se trata de un líquido negro compuesto principalmente por carbono e hidrógeno. En la actualidad el petróleo crudo se extrae de pozos (en tierra y mar) y se refina para conseguir diferentes tipos de productos petrolíferos como gasóleo, diésel o gasolina. 
• Gas natural: compuesto principalmente por metano, el gas natural suele localizarse en depósitos cuyo origen se remonta a hace millones de años por la descomposición de diferentes organismos. A pesar de que el gas natural es menos contaminante que el carbón y el petróleo, también supone un gran porcentaje del total de emisiones de dióxido de carbono que se producen a diario. 

¿Cómo reducir las emisiones originadas por los combustibles fósiles?

La transformación y quema de los combustibles fósiles para producir energía cuenta con un importante inconveniente: las emisiones de gases de efecto invernadero que ocasiona este proceso energético. Por ello, cada vez son más las personas, empresas y gobiernos que buscan alternativas energéticas con las que no dañar el medioambiente. No existe ningún método eficaz con el que poder reducir esos gases contaminantes originados por el proceso de transformación energética de los combustibles fósiles. Por ello, la mejor solución para acabar con estos gases contaminantes es optar por energías limpias, verdes y renovables como la solar.