La bobina, un componente esencial en el mundo de la electrónica y la electricidad creado en el siglo XIX por Nicolás Tesla, desempeña un importante papel en numerosos dispositivos y sistemas. Este elemento, conocido también como inductor, es fundamental en el almacenamiento y el uso de energía eléctrica, constituyendo un pilar en el mundo tecnológico actual.
Una bobina o inductor es un componente pasivo de un circuito eléctrico diseñado para almacenar energía en forma de campo magnético. Esto se logra mediante el fenómeno de inducción. Las bobinas suelen estar compuestas por un alambre de cobre enrollado alrededor de un núcleo, que puede ser de aire o material ferromagnético.
Las bobinas constan de varias partes que hay que conocer:
El funcionamiento de la bobina se basa en la inducción electromagnética. Cuando la corriente eléctrica fluye a través del devanado inductor, se genera un campo magnético. Este campo se almacena y se libera en respuesta a los cambios en la corriente, permitiendo a la bobina funcionar como un elemento de almacenamiento de energía o como parte de un circuito para controlar el flujo de electricidad.
Las bobinas tienen una amplia gama de aplicaciones. Se utilizan en motores eléctricos, timbres de viviendas, lámparas fluorescentes, generadores o en sistemas de frenos eléctricos de vehículos.
Su versatilidad también las hace esenciales en la electrónica y la industria automotriz, donde desempeñan un papel crucial en el arranque y funcionamiento de los motores.
Además, existen dos tipos de bobinas eléctricas, fijas y variables.
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