Energía fotovoltaica para paliar la pobreza energética

Energía fotovoltaica para paliar la pobreza energética. Vivimos en un mundo globalizado, interconectado, donde es posible comunicarse, adquirir productos o hacer negocios con cualquier persona o entidad independientemente del lugar donde se encuentre. Sin embargo, en pleno siglo XXI, aún no hemos sido capaces de garantizar algo tan esencial como disfrutar de una temperatura agradable en el interior de un hogar los 365 días al año.

Millones de personas sufren a diario el horror de tener que prescindir de la climatización para poder llegar a fin de mes. La desigualdad es un germen que corroe a la sociedad desde su origen pero, en los tiempos que corren y con los avances logrados, resulta aún más sonrojante.

En este sentido, desde QUANTICA Renovables queremos alzar la voz para concienciar una vez más sobre la necesidad de actuar ahora, sin demora. Alcanzar un futuro mejor pasa por apostar por la sostenibilidad, la innovación y las energías renovables.

Una solución viable es impulsar la energía fotovoltaica para paliar la pobreza energética. Sus posibilidades ya han quedado más que demostradas, tal y como se observa en la proliferación de paneles solares por todo el territorio español y mundial. Los beneficios asociados son innumerables: ahorro económico, eficiencia energética, respeto al medio ambiente, democratización de precios, rápida amortización de la inversión…

Continúa leyendo y descubre más acerca de esta realidad y del poder de la energía fotovoltaica para paliar la pobreza energética.

¿Qué es la pobreza energética?

Desafortunadamente, este concepto se ha convertido en un término escuchado muy a menudo. Pero, ¿sabes exactamente en qué consiste? Te lo explicamos a continuación.

La pobreza energética presenta dos vertientes en las naciones desarrolladas. Por un lado, se encuentran aquellos casos en los que un hogar es incapaz de asumir el pago de la energía mínima que precisa para satisfacer sus necesidades domésticas. Por otro, están los que aún pudiendo hacerse cargo del coste energético, éste supone una parte excesiva de sus ingresos mensuales, viendo así mermada su economía para el resto de bienes o servicios.

En los países subdesarrollados, la situación es aún más crítica. La pobreza energética es entendida como un problema de acceso a las fuentes de energía.

En ambos casos se está ante una realidad de desigualdad energética vergonzosa.

Principales causas que provocan la pobreza energética y la subida del coste eléctrico

La imposibilidad de satisfacer los requerimientos básicos de energía en una familia se traduce en un fuerte impacto sobre su bienestar.

Entre los principales factores que pueden provocar esta precariedad se encuentran:

• Bajos ingresos en el hogar
• Calidad insuficiente de la vivienda
• Precios elevados de la energía

En relación con el último punto, se hace necesario poner de manifiesto que en los últimos años el precio de la energía se ha visto incrementado sin parangón. Los motivos que más inciden en este aumento de costes son los siguientes:

• La subida de los derechos de emisión de CO2. Ha experimentado un alza del 20%. En agosto se ha llegado a los 54 euros por tonelada, cuando a principios de 2021 se situaba el coste en torno a los 33 euros.
• Incremento del precio del gas natural. Ha repuntado hasta los 41,7 euros por MWh, según datos de Mibgas.

Efectos que provoca la pobreza energética

El hecho de no poder hacer frente al pago de la factura de la luz provoca situaciones extremas. Desde tener que prescindir de otros servicios esenciales a reducir el gasto en productos vitales como la alimentación, pasando por recurrir a otros aparatos más peligrosos para generar calor como braseros o viejas estufas, que combinados con mantas u otros elementos de este estilo puede desembocar en accidentes fatales.

Asimismo, la pobreza energética está en muchos casos vinculada a la exclusión social, ya que ciertos hogares lo sufren como un primer paso para que esto ocurra.

Ante un escenario tan terrible que afecta a millones de personas en toda Europa, la Comisión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto elaborando las Directivas 2009/72/EC y 2009/73/EC. Se marcan así las reglas comunes para el mercado interno de gas y electricidad.

Las nuevas normativas establecen que los Estados Miembros podrán aplicar criterios para la definición de ‘consumidores vulnerables’ desde una perspectiva de pobreza energética si el legislador nacional lo cree necesario.

Por su parte, la democratización de la instalación de paneles solares los ha convertido en sistemas más accesibles, de ahí que la energía fotovoltaica para paliar la pobreza energética sea considerada como un punto clave para resolver este cruel escenario.

Europa, frente a uno de sus grandes retos

La pobreza energética es una problemática que afecta a todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE), aunque es cierto que con diferencias considerables entre unos y otros.

De este modo, la pobreza energética se ha convertido en un reto crucial para la UE y es que en torno al 11 % de la población europea (54 millones de personas) sufre sus efectos. Conscientes de la gravedad de la situación, se han movilizado políticas y ayudas para aminorar lo posible las deficiencias energéticas.

Los líderes europeos coinciden en que los precios básicos de la energía para los consumidores domésticos no pueden dejarse en manos de la autorregulación del mercado. Para limitar los costes excesivos de la energía, se insta a crear marcos jurídicos que doten a los Estados miembros y a los entes locales y regionales de los instrumentos adecuados para garantizar una energía asequible para todos.

El Parlamento Europeo también solicita que la Comisión Europea facilite orientación sobre cuándo está permitido que los Estados miembros intervengan en el mercado para abordar la pobreza energética a fin de evitar que un “número significativo” de hogares se encuentren en dicha situación.

Nuevo rumbo para proteger a los más vulnerables

La nueva política europea en materia energética avanza en la protección de los consumidores vulnerables:

1. Eficiencia. Bajo el lema “Eficiencia energética en primer lugar”, la Comisión Europea deja clara la prioridad más importante, aumentando la exigencia del objetivo de eficiencia del 27% al 30% para 2030. Además, se va a desarrollar una revisión de la Directiva de rehabilitación de edificios que junto al desarrollo de nuevos instrumentos de financiación para la rehabilitación, pretende acelerar el ritmo de las actuaciones y dinamizar el mercado.

2. Transición Justa. “La transición hacia un modelo energético limpio debe ser justo y proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad”. Para ello, se promueve una serie de medidas encaminadas al establecimiento de tarifas sociales que permitan minimizar la pobreza energética

• Involucración del consumidor en el sistema energético con el derecho de almacenar, compartir, consumir o vender su propia energía al mercado.
• Mejorar la transparencia de la prestación y la facturación de los servicios de energía.
• Mejorar la gestión de los datos que ofrecerán los contadores inteligentes para favorecer los precios competitivos.
• Mejorar la información, capacitación y empoderamiento de los consumidores para controlar y ahorrar el consumo energético.
• Mejorar las relaciones de los consumidores con los proveedores de energía.

3. Observatorio de la Pobreza Energética. Organismo para analizar la situación energética en Europa y el intercambio de buenas prácticas entre los Estados miembros.

4. Planes de energía y clima. La Comisión incide en la necesidad de intensificar los esfuerzos en la participación social en el desarrollo de los planes nacionales de energía y clima de los Estados miembros.

El escenario energético en España

Una parte significativa de los hogares españoles sufren condiciones asociadas a la pobreza energética. Según la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), durante 2019 en España un total de 6,8 millones de personas lo experimentaron en sus propias pieles. No es de extrañar cuando descubrimos que el consumidor en España tiene que hacer frente a la quinta factura eléctrica más cara de Europa.

Asimismo, el equivalente al 15% de la población no pudo cubrir sus necesidades energéticas básicas. Se estima que la pobreza energética podría ser responsable de entre 2.300 y 9.300 muertes prematuras al año en base a las condiciones meteorológicas.

Bono social o bajada del IVA, acciones que no funcionan

La Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética anunciada por el Gobierno en 2019 trajo consigo la aprobación de un nuevo bono social eléctrico. En un principio, la iniciativa consiguió una ligera mejora en las condiciones de precariedad de algunas familias, pero todo se vio truncado con la llegada de la pandemia provocada por el Coronavirus.

Según datos de la CNMC, durante los meses de agosto y septiembre de 2020, el número de beneficiarios del Bono Social Eléctrico cayó en 146.477 abonados. Así pues, el llamado “escudo social” no ha resultado ser tan efectivo.

La última medida llevada a cabo por el Ejecutivo en esta línea ha sido la reducción del IVA al 10% para aquellos hogares más vulnerables. No obstante, se trata de una acción con fecha de caducidad (terminará en diciembre de 2021), por lo que no tiene el calado que requiere un problema de tal envergadura.

Abordar con garantías una situación tan grave demanda medidas excepcionales. Por ejemplo, avanzar hacia un abaratamiento mucho mayor de la energía o la necesidad de fomentar las energías renovables para ser más autónomos y menos dependientes de las eléctricas.

¿Por qué recurrir a la energía fotovoltaica para paliar la pobreza energética?

El autoconsumo fotovoltaico permite reducir el coste de la electricidad que se consume en su parte variable. Esto quiere decir que pagamos menos por el kWh, de ahí que la energía fotovoltaica para paliar la pobreza energética sea a día de hoy una de las soluciones más viables y eficientes.

Los resultados son espectaculares, la energía solar fotovoltaica favorece el ahorro en la factura de la luz, alcanzando descensos de hasta un 50% de los costes.

En este sentido, España es un país que disfruta de miles de horas de sol al año, lo cual redunda en el hecho de que el autoconsumo fotovoltaico sea tan rentable. Además, en el mercado existen diferentes modelos de financiación para adaptarse a cualquier familia o empresa.

Otro punto importante a destacar son los beneficios fiscales asociados a este tipo de instalaciones. Ayuntamientos de toda la geografía nacional aplican descuentos o bonificaciones en tributos:

• Bonificaciones en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que pueden alcanzar hasta el 50%.
• Descuentos en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y obras (ICIO) de hasta el 95%.
• Reducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Electricidad, ¿un servicio para ricos?

La luz se ha convertido en un artículo de lujo para muchas familias y es importante visibilizar el problema. No se trata simplemente de cambiar nuestros hábitos ante las nuevas tarifas eléctricas, sino de un auténtico problema de salud pública. Así lo pone de manifiesto nuestro director de Marca, Evaristo Ramos, durante su intervención en la Cadena Ser.

En esta línea de concienciación que desde QUANTICA Renovables tan en serio nos tomamos, nuestra responsable de proyectos de Autoconsumo Doméstico, Isabel María Tenor, expuso en la Cadena Ser la necesidad de apostar por la energía fotovoltaica: “Se trata de la fuente de generación eléctrica más competitiva y rentable para las familias españolas», afirmó. Por tanto, hay que aprovecharla.

Más ventajas de recurrir a la energía fotovoltaica para paliar la pobreza energética:

• Ahorra en tu factura de la luz. Se trata de la gran ventaja de las paneles solares para autoconsumo fotovoltaico en Castellón. Al apostar por un sistema de este tipo, tu factura de electricidad se verá considerablemente reducida, no teniendo que hacer frente a costes innecesarios que cargan las compañías suministradoras de energía.
• Rápida amortización. Existe la falsa creencia que montar paneles solares para autoconsumo fotovoltaico en viviendas o instalar paneles solares para autoconsumo fotovoltaico en empresas supone una gran inversión y para nada es así. Los costes se han abaratado bastante durante los últimos años. Tanto es así, que con lo que te ahorras en la factura de la luz la amortización tiene lugar a los cinco o siete años. Sin duda es para tenerlo en cuenta y no seguir pagando demás ni un segundo.
• Garantía de 25 años. Todos nuestros sistemas de paneles solares disponen de 25 años de garantía en sus componentes, lo que aporta una enorme tranquilidad.
• Mantenimiento mínimo. El mantenimiento de las paneles solares para autoconsumo fotovoltaico es ínfimo. Apenas necesita limpieza, pero si aun así deseas hacerlo, puedes limpiarla una o dos veces al año con PH neutro.
• Lucha contra el cambio climático. Cada módulo fotovoltaico evita que una cantidad relevante de emisiones de CO2 vayan a la atmósfera. Por ejemplo, una comunidad de vecinos convencional que se decante por el autoconsumo fotovoltaico puede llegar a reducir sus emisiones un total de 1.180 kg al año aproximadamente.
• Cero ruidos. Los sistemas de autoconsumo fotovoltaicos no generan ningún tipo de ruido molesto. No te darás cuenta ni de que está ahí.

Fuente:

Ciencias Ambientales

Comité Europeo de las Regiones

El Confindencial

Imagen:

Freepik