La energía solar es una opción cada vez más conveniente desde todos los puntos de vista pues no solo te ayuda a reducir la huella de carbono y proteger el medio ambiente, sino que también abarata tu factura de la luz. Por esa razón, no es extraño que cada vez más personas y empresas decidan […]
09/04/2024
La energía solar es una opción cada vez más conveniente desde todos los puntos de vista pues no solo te ayuda a reducir la huella de carbono y proteger el medio ambiente, sino que también abarata tu factura de la luz. Por esa razón, no es extraño que cada vez más personas y empresas decidan emprender un proyecto solar comunitario dividiendo entre todos el coste de la instalación de los paneles fotovoltaicos para luego compartir la electricidad generada.
El autoconsumo colectivo implica la generación de electricidad a partir de fuentes renovables en conjunto con otras personas o empresas. Se trata de instalaciones de producción ubicadas cerca de los puntos de consumo y conectadas a la red interna de los consumidores asociados.
La ley de 2019 que regula las condiciones del autoconsumo establece que el autoconsumo colectivo se refiere a “un grupo de varios consumidores que se alimentan, de forma acordada, de energía eléctrica que proveniente de instalaciones de producción próximas a las de consumo y asociadas a los mismos”.
Por consiguiente, las instalaciones de autoconsumo colectivo no son exclusivas de los bloques de viviendas, también pueden colocarse en urbanizaciones de viviendas unifamiliares o incluso en polígonos industriales y edificios de oficinas, de manera que diferentes empresas se beneficien de la energía producida.
En la actualidad existen fundamentalmente dos modalidades de autoconsumo colectivo, las cuales se diferencian en el destino de los excedentes de energía que produce la instalación fotovoltaica:
En ese caso, es necesario que los propietarios de la instalación formalicen la venta de excedentes en el mercado a través de un contrato con una comercializadora, que la valorará al precio acordado de antemano o al precio medio horario, si se trata de un contrato asociado al PVPC.
La ley señala además que en el autoconsumo colectivo todos los consumidores asociados a la misma instalación deben estar de acuerdo en verter el excedente a la red y acogerse al mecanismo de compensación simplificada. Además, deben pactar el reparto de energía mediante unos coeficientes fijos que se aplican en el periodo de facturación y firmar un documento que refleje esos criterios de reparto, los cuales suelen determinarse en función de la aportación económica de cada uno de los consumidores a la instalación fotovoltaica.
¿Sabías que el 65% de los españoles viven en pisos y aproximadamente dos tercios de ellos en edificios que tienen diez o más viviendas? Eso significa que muchas familias no disponen del espacio adecuado para instalar placas solares.
En cambio, si la comunidad de vecinos se une podría instalar los paneles fotovoltaicos en el tejado de la finca o incluso en una terraza comunitaria, algo que cada propietario no puede hacer de manera individual. Lo mismo ocurre en las empresas que trabajan en edificios de oficinas.
De hecho, la ley contempla la posibilidad de iniciar proyectos de energía solar entre dos comunidades, de manera que puedan elegir la ubicación idónea para la instalación fotovoltaica y aprovechar al máximo su rendimiento.
Uno de los principales obstáculos para la energía solar sigue siendo el coste inicial que supone la instalación. Con las instalaciones de autoconsumo colectivo se puede superar esa barrera ya que el coste que debe afrontar cada consumidor se reduce.
Además, con las subvenciones a las energías renovables, las comunidades de vecinos pueden aprovechar ayudas de entre un 40 y 80%, según el ahorro energético conseguido y, en el caso de familias en situación de vulnerabilidad, la Comunidad Autónoma incluso podría subvencionar el 100% del precio de la instalación.
También debes tener en cuenta que, al tratarse de proyectos mayores, las empresas instaladoras pueden aplicar descuentos o brindar condiciones de financiación más ventajosas que para los proyectos individuales.
Una de las principales ventajas del autoconsumo compartido es que, al generar su propia electricidad, cada uno de los consumidores ahorrará en su factura de la luz. Ese ahorro puede ser aún mayor si el grupo decide verter el excedente a la red ya que cada uno recibirá una bonificación en la factura.
Cabe aclarar que, si bien en las instalaciones colectivas el ahorro en la factura quizá no sea tan grande como en las viviendas unifamiliares, la rentabilidad se dispara. Al repartir los costes, el periodo de amortización es de pocos años, de manera que los usuarios comienzan a disfrutar del ahorro antes que el propietario individual.
Como has podido comprobar, el autoconsumo colectivo es una excelente opción para generar tu energía con un coste reducido garantizando la máxima rentabilidad del proyecto y un mejor rendimiento de la instalación. Si quieres dar el primer paso, en QUANTICA Renovables podemos ayudarte. Escríbenos a info@quanticarenovables.com para explicarte todos los detalles.
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